Aprovechando el parón estival me gustaría presentaros a uno de nuestros alumnos más inquietos: Roberto Rubial, responsable de la dirección musical de Los Ciclones del Becerril, la fanfarria más gamberra del Bierzo, así como de Txispun Brass A Ras Band. Por si fuera poco, este año él y sus camaradas musicales vuelven a la carga con el festival BZBrass, en Toral de los Vados, renovando y aumentando su apuesta por un festival pionero en El Bierzo que ya comenzó su andadura en Balboa y que aglutina durante tres días un sinfín de formaciones de diversos géneros, talleres, mesas de debate…Hablamos con él para conocer de primera mano todo esto.

¿Qué te llamó la atención de la música? ¿Cómo empezaste a escucharla?
Cuando tenía once años, la música de un anuncio de aquellas míticas colecciones por fascículos me impactó: era la Novena Sinfonía de Beethoven. Les pedí dinero a mis padres para comprar la “cinta” y la estuve escuchando una y otra vez durante varias semanas.
Fue entonces cuando descubrí las emociones que me podía provocar la música, pero solo a nivel de oyente, jamás imaginé que pudiera acercarme a ningún instrumento. Y poco a poco fui conociendo estilos y sonoridades diferentes, experimentando con todo, algo que nunca he dejado de hacer.
Háblanos un poco de tu trayectoria musical junto a Los Ciclones del Becerril: Conciertos que habéis dado, cambios a lo largo de los años…y también acerca de Txispun Brass a Ras Band, vuestra más reciente aventura.
Los Ciclones existen desde hace más de diez años, pero solo en los últimos cinco hemos sido capaces de subir a un escenario. Han sido muchos conciertos…algunos patéticos como nuestra presentación ante nuestros “dioses”, la Fanfarre Ciocarlia, en la sala La Vaca de Ponferrada. Pero algunos también grandiosos, como el pasado verano en Bilbao, donde hicimos bailar a más de 2000 personas.
Quienes mejor han definido lo que éramos y lo que somos son nuestros amigos del grupo La Collectore, organizadores del festival Le Pressoir al que vamos todos los años. Siempre han dicho que nuestros conciertos son, a pesar de fallos y desafines, la alegría de la música, pero en los dos últimos años han destacado nuestra evolución.

Los Ciclones somos un montón de personas sin apenas conocimientos musicales, completamente autodidactas, y la mayoría con instrumentos de muy mala calidad casi imposibles de afinar. Pero estas limitaciones las suplimos con pasión por la música que intentamos hacer y con unas ganas de diversión sin límite.
Por lo que a mí respecta, mis inicios fueron tan erráticos como los del grupo, pero hubo un momento en que me di cuenta que el bajo y yo no nos llevábamos tan mal. Tomé la decisión de aprender un poco, lo justo para defenderme algo mejor, y me matriculé en La Casa del Jazz. A pesar de mi torpeza, poco a poco iba asimilando algo de técnica, aprendí escalas que no sabía que existían, y un sinfín de trucos que me vinieron muy bien para asentarme en la sección rítmica del grupo.
Pero sobre todo, descubrí la armonía moderna: aquellas primeras clases supusieron para mí una verdadera catarsis, porque a pesar de no entender absolutamente nada, me abrieron la mente para experimentar, y no solo como oyente. También tuve la suerte de que mi hija Irati, alumna de piano del Conservatorio de Ponferrada y también de Gio en la casa del Jazz, sí entendía las clases y me ayudaba en casa. Un lujo para mí.
Así fue como poco a poco, con mis escasísimos conocimientos agarrados con pinzas, me atreví a darle forma a algunas ideas y compuse mis primeros temas para Los Ciclones y a hacer arreglos de temas que parecían imposibles para nosotros.
Mi otro gran cambio se fraguó también en La Casa del Jazz, ya que descubrí músicas e intérpretes que no conocía, algo de historia en un fantástico Taller en 2016, y participé en algunos combos en los que estudiamos partituras de grandes maestros, como Coltrane. Su sonido me cautivó y pedí prestado un saxo a Tais, mi compañera de Los Ciclones. En pocos días descubrí que me apetecía aprender más y compré un saxo tenor. Al principio lo incorporé a algunos temas de los Ciclones, pero pronto me di cuenta de que quería más.
Así nació TxisPun Brass a Ras Band, hace un año aproximadamente, aunque nuestras primeras apariciones en público son muy recientes. A base de cabezonería y no pocos enfados, convencí a varios metales de Los Ciclones para tocar algo de Jazz, ritmos de Nueva Orleans, pero también música balcánica, fusionándolo todo en algunas ocasiones. Aún hay mucho que afianzar y empastar, pero poco a poco le estamos dando forma y el proyecto tiene muy buena pinta.
¿Qué te atrapa de la fanfarria?
Fanfarria como tal, es cualquier agrupación de varios instrumentos de metal, pero a las que más sigo son las bandas que interpretan músicas balcánicas y a algunas bandas de calle americanas, en especial de Nueva Orleans.
Tanto de unas como de otras me fascinan sus ritmos trepidantes, su energía y la alegría que desprenden. Prácticamente cualquier tema de la Fanfarre Ciocarlia, de La Trocamba Matanusca, de la Dirty Brozen Brass Band, por citar solo a algunos, es una fiesta y una invitación a bailar.
Como pseudomúsico amateur, la cosa cambia. En apariencia, la fanfarria es una música sencilla y directa, pero las estructuras de los temas son bastante complejas y con unas armonías riquísimas. Supone mucho trabajo montar temas y una gran concentración a la hora de interpretarlos, pero merece la pena: cuando con los Ciclones o con TxisPun tocamos Bubamara, Balkan Clowns o la banda sonora de Treme, la sensación es increíble, y las reacciones del público también.
Además de llevar la fiesta y el baile a todos los que hemos disfrutado de vuestros conciertos, también tenéis hasta cerveza propia, sois muy activos con el merchandising, cuéntame algo de todo esto…
Los Ciclones somos muy inquietos en todos los aspectos. Un buen día, ya hace años, nos planteamos hacer unas camisetas y le encargué a mi buen amigo Daniel Miñana que diseñara un logo: en ese primer encargo nacieron los “muñiekos” de nuestro primer logo y que nos acompañan en una pancarta en todos los conciertos. Un tiempo después diseñó nuestra mascota, la Gallina Asesina. Y, como no, también diseño el logo de TxisPun Brass a Ras Band, un precioso dibujo en el que unos músicos están sentados sobre un trombón gigante: una delicia.
Al plantearnos organizar el festival BZBrass nos vimos en la necesidad de buscar financiación, y una de las ideas fue ponernos en contacto con las fábricas de cerveza artesana Belecker (Toral de los Vados) y Wolfram (Camponaraya). Fruto de ello nacieron las cervezas ”Gallina asesina” rubia y tostada, que son la Session Ipa de Belecker y la Tostada de Wolfram, pero personalizadas con nuestra etiqueta. Tanto Héctor de Belecker como Jose de Wolfram nos lo pusieron muy fácil, y la idea cuajó hasta el punto que sus cervezas son las que vamos a servir en el Festival BZBrass.
También hemos hecho tazas de desayuno, abridores de botellas con imán, mecheros y calendarios con las increíbles fotos de nuestro amigo Víctor Ruisánchez Ossorio. Y muchas otras ideas que, de momento, no hemos podido materializar, pero que con el tiempo irán viendo la luz.
¿Qué importancia crees que tiene el asociacionismo en nuestros días en el entorno cultural y musical?
Por la experiencia que he tenido en los últimos años, sin asociacionismo habría mucha menos cultura, que ha sido, es y será la hermana pobre del presupuesto de cualquier institución. Sin las iniciativas promovidas por las Asociaciones Culturales, el vacío aún sería mayor de lo que es.
Antes mencioné el festival Le Pressoir, en Francia. Para ellos tampoco es fácil, porque la crisis ha afectado a todos los países. Pero disponen de algunas ayudas y, sobre todo, de facilidades por parte de las administraciones para organizar éste y muchos otros festivales a lo largo del año. Debido a esta incesante actividad, en esta comarca vinícola cercana a Burdeos, no mucho mayor que El Bierzo, hay más de 30 agrupaciones culturales, cada una de ellas con varios grupos teatrales, musicales o circenses. Abrumador.
Hace años decidimos constituir una Asociación Cultural, los Trotamúsikos del Rekunko, y a través de ella hemos organizado ya varios actos culturales gracias a algunos Ayuntamientos que nos han facilitado la tarea. Pero lamentablemente, lo más normal es que nos pongan obstáculos, algunos de ellos difíciles de entender.
¿Qué nos puedes contar de BZBrass? (Orígenes, filosofía, programa…)
Desde hace años hemos estado buscando la manera de poder organizar en El Bierzo algún festival en el cual poder disfrutar de las mejores bandas de nuestro estilo. El espaldarazo nos lo dieron, una vez más, nuestros amigos de La Collectore, que se ofrecieron a venir si organizábamos algo.
Gracias a su impulso, en el año 2016 nos atrevimos a organizar un festival de tres días, Brassboa, del cual aprendimos mucho, tanto de aciertos como de errores. Este 2018 celebramos BZBrass en Toral de los Vados, los días 10, 11 y 12 de agosto.
Nuestra filosofía a lo hora de organizar cualquier acto es muy sencilla: cultura gratuita, apta para todos los públicos y en horarios asequibles para todas las edades. Con ello pretendemos conseguir un ambiente familiar, muy agradable, y en el que artistas y público compartan espacios y puedan convivir e interactuar.
Para la programación de BZBrass decidimos ampliar la oferta a otros estilos musicales, como el rock de Orión, el folk de los Fraguel Folk, la música latina de Kikiribú y el jazz con Ana Espada Trio, además de dos conjuntos de DJ´s, pero de músicas tropicales y balcánicas, algo poco habitual. El sábado contaremos con un ilusionista que actuará a lo largo de la tarde en varios espacios y horarios.
Y cómo no, las protagonistas van a ser las grandes agrupaciones de metales: el viernes Los Ciclones del Becerril, y el sábado Balkumbia a su regreso a España después de una gira por Gran Bretaña, Balkan Bomba después de participar en el Festival Iboga, uno de los más potentes de Europa de nuestro estilo, y La Collectore, que andan de gira por el norte de Francia.
Con este cartel cumplimos sobradamente con nuestros objetivos de organizar un evento económicamente asumible, ya que financiamos el festival en su integridad, sin ayudas económicas de ningún tipo, y de traer un cartel muy atractivo y para todos los gustos.
Explícanos un poco lo del espacio libre de machismo, todo un acierto que se prime desde el festival algo así.
A finales del año pasado, Sonia Núñez Puente, que es la directora de la Unidad de Igualdad de la URJC, nos propuso la idea de implantar en nuestro festival una iniciativa con la que denunciar y hacer visible el problema de la violencia machista. Dicho y hecho.
Para dar visibilidad a este problema, en primer lugar hemos declarado al festival libre de machismo, expresión que aparece en toda nuestra cartelería. Asimismo, en el recinto donde se va a celebrar el festival instalaremos un espacio exclusivo en el que se prestaría atención inmediata si se produjera alguna agresión o amenaza.
En nuestros eventos jamás ha habido ningún tipo de problema de esta índole, pero con estos sencillos gestos queremos que todo el mundo sea consciente de que, por desgracia, la violencia machista existe y hay que erradicarla.
Además, la tarde del domingo, la propia Sonia dirigirá y moderará un coloquio con dos mujeres muy vinculadas a la música en El Bierzo, Ana Espada y María José Cordero.
Por otra parte, llama mucho también la atención la parte gráfica del festival, estupendo trabajo…
El veneno de un diseño gráfico un poco cuidado nos lo metió en el cuerpo nuestro primer diseñador, al que cité antes, Daniel Miñana. Él ha sido el responsable de todo nuestro grafismo hasta la fecha, y sigue siendo una fuente inagotable de ideas para nosotros. Pero en BZBrass queríamos ir un poco más allá y era imposible contar con Dani, que vive en Logroño, y que por motivos laborales y familiares no podía hacerse cargo de todo.
Por fortuna para nosotros, otra amiga del grupo, Noe, acababa de iniciar una aventura en el mundo del diseño gráfico con su laboratorio creativo Cósmika, aquí, en El Bierzo. Y la embarcamos en nuestra locura de proyecto. Nosotros le planteamos unas ideas iniciales y que necesidades tendríamos. Y así de fácil. Del resto, se encargó ella de principio a fin: todo el grafismo de nuestro facebook es obra de ella, lo mismo que la cartelería, las pancartas que podremos ver en el recinto del festival, flyers, las nuevas camisetas… Un trabajo increíble y tremendamente profesional del que estamos muy orgullosos y por el cual hemos recibido multitud de felicitaciones.
Por último, algún proyecto que se pueda contar para el futuro…
Ahora estamos centrados en que BZBrass se desarrolle según lo previsto, y que sea un éxito en el que artistas y público disfruten al máximo. Proyectos hay muchos, otra cuestión es que se puedan llevar a cabo. El principal es seguir siendo igual de cabezones y continuar organizando conciertos y festivales.
Nos gustaría que BZBrass fuera algo más que un festival de verano y se convierta en una “marca” que se pueda utilizar a lo largo del año. ¿Quién sabe si este año seremos capaces de organizar un BZBrass edición invernal?…por poner un ejemplo.